Si el uso de vehículos eléctricos continúa siendo bastante bajo en Italia en comparación con otros países del mundo, uno de los motivos se encuentra en este denominado "Nivel de preocupación”. En realidad, el término se refiere a la preocupación de que no pueda llegar a un punto de recarga antes de que se agote la batería de su vehículo. Esta percepción negativa corre paralela con el miedo de pasar demasiado tiempo esperando a que una estación de carga quede libre, y el tiempo real de carga necesario.
Se estima que este nivel de preocupación afecta a casi seis de cada diez italianos. Por lo tanto, está claro que este es un problema crucial cuando se trata de movilidad eléctrica. Pero, ¿cómo vamos a superar estos límites, que inevitablemente afectan a la aceptación de vehículos eléctricos?
Unidades de carga en Italia: situación actual
Como parte del último desarrollo europeo, Italia se está organizando ahora con una buena red de unidades de carga. Datos recientes (https://www.ilsole24ore.com/art/rete-auto-elettriche-l-italia-avanza-50-punti-ricarica-settimana-ACMdzgj) muestran que Italia es la nación europea con la mayor relación entre unidades de carga y vehículos eléctricos en circulación. La cifra media es de aproximadamente un punto de carga por cada dos vehículos eléctricos matriculados. Además, el número de unidades de carga está en constante crecimiento: las instalaciones forman parte del Plan Nacional de Movilidad Eléctrica, cuyo objetivo es crear una infraestructura de carga amplia y eficiente en todo el país, de norte a sur, incluidas las islas.
Nivel de preocupación: ¿cuáles son las soluciones?
Mientras tanto, también se están haciendo esfuerzos para encontrar más soluciones tecnológicas para abordar el espinoso problema del Nivel de Preocupación.
Las aplicaciones para smartphones, como Google Maps, ya indican puntos de re carga como puntos de interés (POI) y se espera que en el futuro incluso informen de la disponibilidad o la presencia de una carga de vehículo.
El verano pasado se anunció un innovador sistema italiano, Res (sistema Range-Extender), que facilitaba un aumento significativo de la autonomía de los vehículos eléctricos ya en el mercado y en circulación.
Este proyecto está cubierto por la patente europea y desarrollado en colaboración con Robby Moto Engineering, el Politecnico di Milano, Acm Engineering y Meta System. El sistema Range-Extender actúa como generador auxiliar, recargando las baterías de los vehículos y aumentando así su autonomía en términos de kilometraje.
Los puntos de carga no son todos iguales: además de los residenciales estándar, que normalmente ofrecen entre 3 y 6 kWh, los públicos tienen diferentes capacidades de carga (por debajo de 22 kWh ofrecen el tipo de carga normal, más allá de este valor son de carga rápida) y también pueden tardar varias horas en “llenar” sus vehículos eléctricos.
Para evitar el nivel de preocupación, estamos experimentando con la carga de alta potencia (HPC), la unidad de carga ultrarrápida. Esta solución permite a los conductores cargar las baterías de los vehículos eléctricos durante un periodo de entre tres y cinco minutos, para una autonomía de aproximadamente 60 millas. Con la carga de alta potencia, el tiempo de carga de un vehículo eléctrico es comparable con el del repostaje de un motor de combustión interna.
Incluso en Italia, en 2019, se instalaron algunas súper cargadores capaces de cargar completamente un vehículo eléctrico en 15-30 minutos.
Carga previa solicitud
En el ámbito de las soluciones para contrarrestar el “nivel de preocupación”, también hay espacio para propuestas dinámicas, como el servicio de carga rápida para vehículos eléctricos, previa solicitud y en movimiento. El funcionamiento es tan simple como eficiente. En este caso, el servicio bajo demanda de las gasolineras se presta mediante furgonetas equipadas que pueden viajar al lugar donde se encuentre el vehículo. Cualquier propietario de un vehículo eléctrico puede reservar una sesión de carga a través de la app específica, disponible para Android e iOS.
El servicio está disponible actualmente en Roma y Milán, pero estará disponible en otras ciudades europeas, seleccionadas en función del alto índice de crecimiento de la movilidad eléctrica. Como París, Londres y Madrid.
El futuro aún está por escribirse
Por lo tanto, es necesario mucho más trabajo para superar el obstáculo del nivel de preocupación. El futuro de la movilidad eléctrica está en manos de la carga rápida: los usuarios necesitan que sea tan rápida y práctica como repostar coches tradicionales, o tan larga como para desayunar en una estación de servicio.
No debemos olvidar la investigación continua que lleva a cabo la industria automovilística mundial para garantizar tiempos de carga más rápidos, sin revolucionar las tecnologías de las baterías de ion-litio actuales. Por tanto, esperamos con ilusión futuros avances.
Alejandra Varalda